martes, 11 de agosto de 2015

62/Modelo para armar - Julio Cortázar


62 /Modelo para armar (1968) es la realización de una idea de novela esbozada por Morelli (una suerte de doble del propio Cortázar) en el capítulo 62 de Rayuela.
Liberada de la causalidad psicológica y de las limitaciones de tiempo y espacio, la narración transcurre indistintamente en París, en Londres o en Buenos Aires. Escrita con precisión de relojero y la inteligencia y el humor incomparables de Cortázar, esta novela lleva al extremo uno de los proyectos más ambiciosos y originales de la literatura en lengua española. 
Puede considerarse la obra más experimental de su autor. Si Rayuela se compone de capítulos que pueden ser leídos en un orden propuesto por el lector, aquí los capítulos desaparecen, dando paso a segmentos narrativos separados por espacios en blanco que el lector puede ordenar a su gusto. 
Durante su escritura Cortázar tuvo numerosos inconvenientes técnicos. Pero al finalizar «62» sintió que estos no se reflejaban en la obra final, a la que consideró «lectura bastante fácil». 
Sin embargo, es una novela difícil de leer e interpretar, no solo por su trama sino porque para comprenderla, es necesario conocer los trabajos previos de Cortázar e incluso trabajos contemporáneos a «62», como "Ultimo Round". 
No se sabe por qué ocurren las acciones, no está claro cómo se relaciona cada personaje con otros y no se respeta la línea de tiempo ni la del espacio.
Todo un reto leer y releer esta obra del grandioso flaco.
Aquí las primeras líneas: 
"No serán pocos los lectores que advertirán aquí diversas transgresiones a la convención literaria. Para no citar más que algunos ejemplos, los personajes argentinos pasan del voseo al tuteo cada vez que le conviene al diálogo; un londinense que tomaba sus primeras lecciones de francés se pone a hablarlo con sorprendente soltura (para peor en versión española) apenas ha cruzado el Canal de la Mancha; la geografía, el orden de las estaciones del subterráneo, la libertad, la psicología, las muñecas y el tiempo dejan evidentemente de ser lo que eran bajo el reino de Cynara. A los posibles sorprendidos les señalo que, desde el terreno en que se cumple este relato, la transgresión cesa de ser tal; el prefijo se suma a los varios otros que giran en torno a la raíz gressio: agresión, regresión y progresión son también connaturales a las intenciones esbozadas un día en los párrafos finales del capítulo 62 de Rayuela, que explican el título de este libro y quizá se realizan en su curso". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...